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«La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando.»
«Inspiration exists, but it has to find you working.»
Pablo Picasso

Mi deseo para el Día de las Madres

Hacía ya mucho tiempo que no lloraba en la madrugada, no recordaba lo que se sentía que se llenen tanto tus ojos de lágrimas y boca arriba escurran hasta tus orejas y cabello hasta fundirse en tu almohada. Mis lágrimas de hoy en la madrugada fueron de tristeza y alegría. Soñe con mi mamá.

Ella regresaba,  yo y mi papá sorprendidos nos alegramos mucho, nos dijo que solo venía por un tiempo, hicimos todas las cosas como antes: nos dio de desayunar, fue al centro Sai, habló mucho por teléfono (jaja), cocinaba, leía… Luego, yo y mi papá nos fuimos a trabajar y ya cuando iba a salir del trabajo mejor le marqué a mi papá y le pregunté que si como antes mi mamá iba a pasar por él y si después podían pasar por mi; él me dijo que iban a ir a una noche bohemia, como cuando eran jóvenes, a cenar y echar unas copas con los amigos. Me dijo: «Quiero estar despierto toda la noche con ella y platicar, que tal si duermo y cuando despierte ya no está». Entendí, y pregunté si yo podía ir con ellos o si querían estar solos; y entonces, pasó lo más terrible … desperté.

Quiero volver a dormir y como dice Alex Lora «me quiero escapar de la realidad y de ese sueño nunca despertar. ¡Jamás!».

Mientras lloraba por haber despertado, sentí cuanto la extrañaba e imploré en ese momento que si por favor alguien, una lámpara, un hada madrina, una estrella, Dios… me concede un deseo, eso quiero sin duda… A ella de regreso, a mi mamá. La necesito.

Me gusta llorar por ella, es inevitable y va a ser toda la vida; y lo prefiero, eso me hace saber que aún la recuerdo, que está aquí conmigo. No quiero que llegue el día en que ya no me cause melancolía recordarla, porque entonces habrá llegado mi mayor temor: olvidarla.

Ojalá alguien o algo me conceda un deseo o por lo menos más sueños con ella.

Mi primera experiencia en pole…

Hace poco pasé por Plaza Tepeyac (en DF) y recordé que fue ahí mi primera experiencia en el pole.

Tenía apenas 4 años, creo; cuando en el kinder nos llevaron a una excursión a la Estación de Bomberos que está al lado de esa plaza, todos mis compañeros al igual que yo estábamos impresionados con el techo tan alto y los camiones rojos y enormes como los de las películas. Nuestro guía era uno de los bomberos, con su traje amarillo y casco, en su papel total.

Al final del tour el bombero guía nos preguntó: «Entonces niños, ¿quién quiere ser bombero cuando sea grande?»; y ahí vamos todos los chiquillos levantando las manos. «¡Ah sí! – continuó el bombero – …pues vamos a tener su primer entrenamiento, ¡bajemos por el tubo de bomberos!».

¡Válgame! Temblé… me dio pavor aventarme por ese hoyote solo agarrada del tubo plateado… mejor las escaleras. Escogieron 4 o 5 niños recuerdo, y entre esos no se porque uno de los bomberos cargó (sin pedir opinión) a la güerita de dos colitas que de por si ya blanca ahora estaba sin chapitas, pálida del miedo.  Me escogieron a mi. Y que nos lanzamos…

La bajada se me hizo eterna. Creo le enterré mis uñitas al bombero. ¡Qué miedo! No recuerdo bien, todo giraba, y aún en el piso el bombero no me soltó porque me vio mareada. «¡Uff… sobreviví! – pensé».

!Quién iba a pensar que 23 años despúes iba a terminar siendo polera!

Tal vez empezando algo nuevo…

Hace unos meses me topé con el blog de una amiga y me pareció interesante que tuviera esa forma de comunicación con sus amigos y familiares ya que ella vive lejos.  Aunque yo estoy cerca de mi familia y algunos amigos, vi la posibilidad de finalmente compartir todo lo que escribo en mis libretas, con ellos y alguien más. Entonces, dije: «¡Es aquí!» … Donde comenzaré a compartir las ideas que tengo, mis pasiones, mis viajes, las frases que me gustan, algún inicio de novela… y en si … una gran parte de mi.
Mi blog es una mezcla de un sin fin de cosas raras; cosas que me inspiran y que espero los inspiren a ustedes a realizar e ir por aquello que desean y aman. 
Me encanta escribir… me desahogo escribiendo… me small
y lo hago porque a veces uno olvida quien es y nos perdemos con tantos estereotipos sociales que existen. Así que, cuando olvido, me gusta poder leerme en mis libretas y volverme a encontrar, reconociendo mi esencia y aunque soy cada vez un poco diferente, siempre soy mejorada.
Léanme…