Ayer fue día del maestro en México, y a mi me dio por agradecer a mis maestros espirituales que me han enseñado a abrir mi mente, a escucharme y conocerme más, a romper paradigmas para ver y vivir mi vida de manera diferente.
Con esto, vino a mi mente la introducción del libro de una de mis gurús espirituales, la escritora Elizabeth Gilbert…

«El japa mala tradicional tiene 108 abalorios. En los círculos más esotéricos de la filosofía oriental el número 108 se considera el más afortunado, un perfecto dígito de tres cifras, múltiplo de tres y cuyos componentes suman nueve, que es tres veces tres. Y tres, por supuesto, es el número que representa el supremo equilibrio, como sabe cualquiera que haya estudiado la Santísima Trinidad … El caso es que todo japa mala tiene un abalorio de más, un abalorio especial —el número 109— que queda fuera del círculo equilibrado que forman los otros 108, colgando como un amuleto… Cuando estás rezando y lo alcanzas con los dedos, debes interrumpir la concentración de la meditación para dar las gracias a tus maestros. Así que aquí, en mi abalorio 109, me detengo incluso antes de haber empezado. Quiero darlas gracias a todos mis maestros, que han aparecido en mi vida, a lo largo de este año, de la manera más variopinta.» – Elizabeth Gilbert en su libro Comer, Rezar y Amar
Aún me falta mucho por recorrer, pero mientras agradezco esta jornada de iluminación y conocimiento a ellos, que de tanto leerlos, seguirlos y escucharlos me han fortalecido:
- Mi mamá
- Swami (Bhagavan Sri Sathya Sai Baba)
- Tere Sánchez (mi amiga)
- Elizabeth Gilbert
- Brené Brown
- Gabby Bernstein
- Alain de Botton
- Seth Godin
- Rosita (Rosa Argentina Rivas Lacayo
- Bob Proctor
- Deepak Chopra
Algunos dirán que no he cambiado, pero el que a veces tengamos diversas formas de pensar o a veces recaídas, es simplemente parte de nuestra condición de humanos. Lo importante es seguir con nuestra disciplina espiritual (sea cual sea la que practiquemos), poco a poco, día a día… siempre para estar mejor mejor y mejor.
OMSaiRam
Un comentario en “GRACIAS a mis maestros espirituales”